Ruta Costa da Morte (PRG-38)

Un paseo por una de las rutas senderistas más espectaculares de Galicia.

No lo voy a negar, soy de esas personas cuya mayor afición es tener aficiones, sé que esto que digo parece algo redundante, pero es así, he llegado al punto en el que tengo la convicción de que lo mío es meterme en cuantas más cosas sea posible. Ya sabéis que hay un dicho que reza algo así como “aprendiz de mucho, maestro de nada”, lo asumo con orgullo, nunca llegaré a nada pero en el camino lo paso en grande. Así es como además de un montón de cámaras, atesoro en casa miles de discos, ya que la música es mi verdadera afición primera, pero también escribo, leo muchos libros…y hasta juego con los coches de slot. Otra afición es la del deporte, tampoco me quedo con uno; corro, monto en patines, me pierdo con mi bicicleta o me aventuro por el monte a hacer senderismo…

Muchas cosas, demasiadas, lo tengo claro, así que cuando puedo intento prácticar más de una afición a la vez, ya que de otro modo no tendría tiempo para todo. Hoy os voy a llevar a un sitio que permite combinar el disfrute de dos de mis aficiones favoritas, el senderismo y la fotografía. Nos desplazaremos a la famosa Costa da Morte gallega, para realizar la ruta de senderismo que lleva el nombre de esta costa y que parte de Camariñas hasta llegar a la localidad de Camelle. Aunque en realidad hoy sólo describo parte de la ruta, la que nos lleva desde Camariñas hasta el trístemente célebre Cementerio de los Ingleses, ya que la ruta completa de la Costa da Morte tiene un recorrido (ida y vuelta) de 45km., distancia que no todo el mundo está habituado o dispuesto a andar. El recorrido hoy descrito comprende una distancia muy inferior, unos 25km. de terreno prácticamente llano.

Antes de nada deberéis saber que el nombre de Costa da Morte le viene perfecto a este tramo de costa gallega que comprende, más o menos, desde Finisterre a Malpica. La denominación de Costa da Morte está asociada a la gran cantidad de naufragios y desgracias acontecidas en este tramo de costa de perfil abrupto y aguas traicioneras, aunque en realidad esa peligrosidad podría ampliarse a gran parte del litoral gallego, especialmente a la mariña lucense. Desde la localidad de Camariñas parte una ruta de senderismo que lleva al caminante a descubrir algunos de los paisajes más sobrecojedores de Galicia, un recorrido en el que lo mismo nos podemos ver sorprendidos por la majestuosidad de algunos acantilados, como descubrir pequeñas playas de arenas blancas y (gélidas) aguas de un tono azul profundo.

El punto de partida de la ruta está situado en el Castelo do Soberano de Camariñas, pero antes de empezar a andar lo mejor sería calentar un poco las piernas dando un pequeño paseo por el precioso puerto de esta pequeña localidad costera. Una vez preparados y provistos de algo de comida y bebida para aguantar las cinco o seis horas de paseo, comenzamos nuestro recorrido atravesando un bosque de pinos con diversos terrenos de cultivo, con el Océano Atlántico siempre presente a escasos metros de nosotros. Estos primeros km. nos llevarán al primer alto en el camino, la Playa de Lago, cuyas aguas color turquesa distan bien poco de la espectacularidad del caribe (al menos en cuanto a color, otra cosa sería la temperatura). En cualquier temporada del año que hagamos la Ruta da Costa da Morte será difícil que encontremos a más de un par de decenas de personas en esta playa, un auténtico lujo. Seguimos nuestro camino ascendiendo por una pequeña ladera para encontrar pronto un desvío que nos lleva a lo más alto de la ladera, donde está situada la Capela da Virxe do Monte, una pequeña construcción estratégicamente situada desde la que tenemos una visión sobrecojedora de la costa, con la localidad de Muxía y su Santuario da Virxe da Barca frente a nosotros. Volvemos al cruce en el que nos desviamos de nuestro itinerario para seguir camino a través de un sendero que discurre siempre paralelo al océano, siendo fácil encontrarnos con pescadores jubilados que observan las labores de pesca de sus vecinos todavía embarcados.

Pronto comienzan a aparecer ante nosotros los molinos de viento del Parque Eólico de Cabo Vilán, más tarde atisbamos una gran piscifactoría y allá en lo más alto de Cabo Vilán, el imponente Faro Vilán. La primera vez que me tropecé con este faro tuve clara una cosa, de existir el diablo, éste tendría su residencia de veraneo en Faro Vilán. La visión del complejo y su ubicación no es de este mundo, asusta pensar la sensación que tendrán los habitantes o trabajadores del faro en un día de fuerte temporal. Si nos fijamos observaremos como desde el edificio que hay bajo el faro hasta éste, discurre un corredor cubierto, ya que un día de tormenta resultaría imposible caminar entre ambas construcciones sin caer al vacío empujado por los fuertes vientos de la zona. Cabo Vilán y su faro nos acompañarán hasta ahora durante casi todo el recorrido (compartido ahora por una pista de tierra para vehículos), ya que son visibles desde gran parte de la costa, pero nosotros seguimos para iniciar la única ascensión significativa del recorrido y adentrarnos en un pinar que nos llevará hasta la Enseada da Arneliña y las playas de Pedrosa y Reira, con sus blancas arenas y sus caprichosas formas rocosas fruto de la erosión del viento. Por difícil que parezca, nos encontraremos en este solitario lugar con una serie de casas que parecen habitadas y que permanecen permanentemente azotadas por el viento.

Más tarde atisbamos a lo lejos, en un pedazo de tierra que se adentra en el océano, una cruz que recuerda a uno de tantos marineros fallecidos en esta costa, como si fuera un presagio de lo que está por llegar, al rato vemos unos carteles turísticos y comprendemos que hemos llegado a nuestro destino, el Cementerio de los Ingleses. Toca ahora hacer un poco de historia, el 10 de Noviembre de 1890 el buque escuela HMS Serpent queda atrapado en las rocas de Cabo Trece. La historia narra la agónica lucha de su capitán por salvar el barco, luchando por escapar primero, intentando asegurarlo para que no quedara destrozado contra las rocas después…de nada sirvieron los esfuerzos de la tripulación, finalmente el capitán dió orden de escapar del barco en los botes. Todos y cada uno de ellos fueron destrozados por el océano y las rocas, dando como resultado un total de 175 fallecidos cuyos cuerpos fueron recogidos por los lugareños hasta que las olas decidieron dejar de jugar con ellos. Milagrosamente hubo tres supervivientes, algo inconcebible para el que se planta en Cabo Trece e imagina este árido lugar en pleno temporal, el escalofrío que recorre todo nuestro cuerpo está garantizado. Todos los fallecidos en el naufragio del HMS Serpent (ha habido tres naufragios más en el mismo lugar) fueron enterrados en un pequeño cementerio ubicado a escasos metros de las aguas que los mataron.

Una vez visitado el Cementerio de los Ingleses hemos concluido el paseo, nos encontramos a poco más de 12km. de Camariñas y en este momento hay dos opciones para la vuelta, seguir por el PRG-38 para luego desviarnos en un contínuo ascenso hacia los eólicos (poco recomendable, es fácil perderse) o desandar nuestros pasos hasta Camariñas, algo que nos facilitará ver de nuevo la Costa da Morte desde otra perspectiva, optamos por esto último.

Nota: Para aquellos que no se vean con fuerzas o ganas para realizar esta preciosa ruta senderista, existe la posiblidad de realizar parte de ella con nuestro coche. Poco antes de llegar a Camariñas hay un desvío hacia el Faro Vilán, a partir del faro parte una pista de tierra (por la que discurre el PRG-38) que se puede transitar sobre cuatro ruedas. En este caso perdemos el encanto del recorrido y apenas percibiremos los múltiples detalles del paseo a pie, pero si preferís quedaros con lo principal de la ruta, también es posible hacerlo gastando gasolina.

geschrieben von soleado am 2011-04-19 in #Orte #location #historia-personal #senderismo-costa-da-morte-costa-de-la-muerte-camarinas-muxia-oceano-mar-acantilado-faro